Hotel & Spa Arzuaga - Quintanilla de Onésimo, Valladolid

Santiago C.

Para estar valorado como 5 estrellas no se las pongo. La habitacion donde estubimos tenia restos de manchas de otros usuarios en las paredes, mantenimiento de escobillas nulo y ruidos entre habitaciones no insonorizadas para esa categoria. El SPA si merece la pena pero no justifica el resto de poco cuidado. Para detalle del servicio de restauracion, se nos cayo una copa de bebida entera segun nos la sirvieron y no se nos ofrecio la sustitucion. La copa era de vino y esto es un restaurante en una bodega

Maria R.

No es un hotel de 5 estrellas. Sólo lo parece en la entrada y el spa, pero el hotel no está reformado hace mucho tiempo. Lo han decorado, tanto pasillo como habitaciones, pero hace falta una buena reforma. Las habitaciones muy pequeñas y los baños super-antiguos, ¡un horror!... Además el mantenimiento es un desastre... Las paredes marcadas, los rodapies de madera todos marcados, las paredes de los pasillos con goteras... Un desastre. Además anuncian que hay gimnasio, y cuando fuimos "estaba en reparación a largo plazo"... Esto es engañar a la gente... No volveré.

pedro A. V.

Lamentable experiencia a precio de oro…

El servicio de los peores que he vivido: maleducados, bordes, secos, poco resolutivos.

En cuanto a las calidades de la comida, muy normales (siendo generoso).

La habitación, más bien de un hotel de 3 estrellas, llegamos a encontrar suciedad en el baño (por no extenderme con la explicación).

En definitiva, no se lo recomendaría a nadie.

Para ser justos, muy majo el guía que nos hizo el tour por las bodegas (un chico llamado Pablo). Podrían tomar nota de él el resto de sus compañeros.

Desde luego, este negocio no puede durar mucho tiempo si la situación no cambia drásticamente.

ricardo S.

Acabo de visitar el hotel con la experiencia enológica, la más completa de las que ofrecen. El spa está correcto y bien atendido. La habitación tiene moscas, muy molestas por la noche. Los muebles del hotel están deteriorados y les falta mantenimiento. Punto y aparte es la barra del restaurante , te tienes que pelear para que un camarero estresado y quemado te atienda. No sirven mesas y estás compartiendo barra con la gente del pueblo que viene a tomar sus vinos. Todo el mundo cabreado, les falta personal y lo saben. |El restaurante tradicional es correcto y el estrella Michelin también, bajo mi pinto de vista no merece la estrella, no se ve cariño en lo que hacen. |Creo que este hotel necesita alguien que lo dirija, parece un barco sin rumbo. No hay nadie al mando. Una pena.

Eire

Todos los años íbamos al Spa, pero se nota que ha ido perdiendo calidad sobre todo en cuanto al servicio de atención al cliente. La encargada para nada fue amable con nosotros, los clientes, después de dejar un dineral en un circuito completo, además de querer cobrarnos por el gorro, el cual en ningún Spa hasta la fecha se le hace pagar al cliente y menos bajo la excusa del medio ambiente y la reducción de no se qué políticas nuevas de empresa. ¿Qué será lo siguiente, querer cobrar por las toallas, o por las taquillas?
Muy mal, de verdad, hay centros de Spa mejores y más cerca de casa.
Actualmente, servicio lamentable, aunque todo es corregible. Espero que esta reseña sirva para ello.
Por cierto, a diferencia de la encargada, la chica de la recepción, a la derecha, fue muy amable con nosotros.

Iñigo R. R.

Atención impertinente y poco resolutiva en la recepción del hotel, ante un problema con la habitación.
Tras un día magnífico con una cata de vinos, comida en el restaurante y visita a las bodegas, en nuestra habitación hacia un calor insoportable y no fuimos capaces de arreglarlo con el climatizador ni abriendo la ventana. Al comunicarlo a la recepción del hotel, a parte de no resolver la situación, nos tratan como si fueramos estupidos, dandonos explicaciones absurdas, comentándonos al final que dejasemos la ventana abierta por la noche para compensar el calor. Valladolid, en invierno con 3 grados sobre cero y una aparente bastante baja ocupación del hotel. Tras tener que protestar durante 3 horas, tenemos que cambiar de habitación nosotros mismos a las 12 de la noche. No contentos al dia siguiente por la mañana, al dejar el hotel, nos vuelven a comentar que no era tan dificil haber dejado la ventana abierta por la noche. Y sin muchas disculpas pagamos la habitacion y nos vamos. Me parece un trato intolerable en cualquier establecimiento y más si se presume de ser un hotel de prestigio. No volveremos ni lo recomendaremos a nuestros cercanos ni en las redes.

Marcos C.

Pasamos una noche mi mujer y yo, y cenamos, desayunamos e hicimos la visita a la finca y a la bodega con cata.

Cenamos carpaccio de ternera, morcilla de Burgos y lechazo, riquísimo.

Desayuno variado y con montaditos de cocina al momento.

Todo el personal con el que coincidimos en distintos turnos encantador y profesional.

Muy bien las instalaciones, la finca y la bodega muy bonitas.

Disfrutamos mucho con las explicaciones en la visita y en la cata de Guiomar.

Cheyenne N. F.

Experiencia muy muy buena.

Las instalaciones espectaculares, muy elegantes. Todo muy limpio.
El servicio increíble, el personal muy atento, amable y resolutivo incluido Gonzalo que fue quien nos gestionó todo desde Madrid.

Para repetir.