Bodega La Venta. - Casas de Roldán, Cuenca

M L. D. L. R. B.

Hemos estado una noche porque nos pillaba de paso y la verdad ha superado las expectativas que teníamos, el recepcionista nos recomendó reservar para la cena y fue un acierto.
Un punto, para mi muy positivo, es que esta mañana al abrir la ventana había un gatito y eso siempre es bien.
Muy recomendable ☺️

Raquel G.

Me ha encantado el edificio, tiene mucha historia y es muy bonito.

Cenamos en el restaurante y estuvo todo bueno. La atención fue muy buena también.

Las habitaciones son sencillas pero es todo lo que uno necesita para hacer una parada en el viaje. Una bañera donde remojarte, una cama cómoda y una tele para entretener a los niños un rato.

A la vuelta del viaje repetiremos

Paco T.

Es necesario efectuar algunos cambios. El aire acondicionado individual hace mucho ruido , las toallas de baño son de tamaño pequeño. El hotel es bonito y el personal muy amable

Encarni A. P.

Un lugar con mucho encanto y personal muy amable, que nos atendieron enseguida. La habitación muy cómoda y amplia. Pasamos una noche y desayunos en su restaurante donde nos atendieron con mucha cordialidad. Volveremos sin duda

Miriam H. Z.

Conocimos el lugar por un concurso de la radio, sitio con encanto, trato espectacular, especial para descansar.

La comida es un 10/10.

Sin duda repetiremos.

murciantraveler

Reservé una habitación en este hotel porque se celebraba un torneo nacional de Mahjong, pero para mi desgracia, fue una experiencia verdaderamente traumática. En primer lugar, no había ningún recepcionista al que pudiera preguntar por el check-in o el check-out a las 9 de la mañana, ¡no de madrugada! No hubo señales de vida hasta las 11, cuando finalmente apareció la dueña. Pero lo peor vino después: al entrar en la habitación, me golpeó un olor rancio a tabaco mezclado con detergente. Aunque la ropa de cama parecía limpia, olía a tabaco. La "ducha", si se le puede llamar así, no tenía mango funcional y solo salía agua fría, ¡nada de caliente!||Además, mi habitación daba a un sombrío patio interior en la primera planta, con unas ventanas cerradas herméticamente y una rejilla que apenas dejaba entrar la luz, creando una atmósfera lúgubre. Pero lo peor de todo fue la fiesta nocturna que tuvo lugar en ese mismo patio, probablemente una boda, con música estruendosa que resonó hasta altas horas de la madrugada, rematada con petardos y fuegos artificiales que retumbaron por todo el edificio.||Todo lo que necesitaba era descansar para poder participar en el torneo al día siguiente. Lamentablemente, otros compañeros tuvieron habitaciones en zonas más tranquilas y no enfrentaron este problema de ruido. Si me hubieran ofrecido esta habitación como último recurso debido a la falta de disponibilidad, al menos esperaría que el precio fuera más bajo que el de las habitaciones sin problemas de ruido reservadas más tarde. En cualquier caso, no tengo intención de volver aquí y haré lo posible para que no se celebre ningún torneo más si no se garantiza un descanso equitativo para todos los participantes.

David A.

Hicimos una parada en la vuelta de nuestras vacaciones. El sitio está muy bien para hacer una noche, la habitación, en nuestro caso cuádruple, era bastante amplia y el sitio estaba limpio. La cena fue buena en un comedor muy bien decorado, la carne buena y el servicio fenomenal.
Por la mañana desayuno con zumo de naranja natural.
El complejo tiene piscina y hasta una pista de tenis. Si alguna vez tenemos que hacer parada y nos pilla de camino, volveremos

Justiniano

Muy grata experiencia. El menú diario genial y las instalaciones también. La atención y profesionalidad de Joaquín para organizar la comunión perfecta